FRASE
LLAVE
La frase llave es una técnica utilizada en personas con
inestabilidad emocional, pero puede ser utilizada como un recurso para cualquier
persona que en momentos de excesivo estrés y malestar pierdan el control y
necesiten cortar con el circuito negativo y pasar a la acción positiva y de
afrontamiento.
La frase clave fue propuesta por Gendlin en 1969. Su autor
la definió como una autoverbalización que ha de ser lo suficientemente
significativa para la persona como para hacerle cambiar de actitud y ayudarle
al afrontamiento. Además consideró que fuese muy importante que fuese el propio
usuario quien la elaborase, para que así sea lo suficientemente personal y
motivante como para que le ayude a abandonar cuanto antes los pensamientos que
le llevarían a conductas inadaptadas y sustituirlos por otros que le orienten
hacia el afrontamiento.
En el modelo integrado de la terapia icónica se le denomina
“frase llave”, y se usa para cambiar la respuesta inicial ante la frustración (autolamentación
y/o culpabilización a otros y /o escape) hacía una actitud de afrontamiento que
permita al sujeto analizar la situación y buscar alternativas.
Concretamente, esta frase debe actuar como una
autoinstrucción que le facilite posicionarse ante la frustración, con la
intención de afrontarla adecuadamente y “no dejarse llevar” por la carga
emocional del momento (un ejemplo de este tipo de instrucción puede ser:
“Tranquilo. ¿Qué puedo hacer?).
Como puede verse en la segunda parte de esta frase llave, la
persona focaliza su atención hacia el afrontamiento en lugar de hacerlo hacia
su malestar o frustración.
La frase debe albergar un espíritu de lucha, no solo de
resultados. Ejemplo: “Yo puedo” sería una mala frase llave porque podría ser
poco realista cuando las circunstancias impidan el resultado esperado. Por el
contrario “¿Qué puedo hacer?” sería una buena frase llave porque focalizaría la
atención hacía estrategias y distintas alternativas de solución. Además esta
frase debe ser aplicable a cualquier situación de frustración y cada persona no
debe seleccionar más de una, ya que en los momentos de carga emocional no se
encontrará en condiciones de elegir la frase más adecuada, y ante este intento
de elección podría ser más fácilmente arrastrado por el impulso emocional.
La frase llave es una forma de romper el circuito cerrado de
conductas inadaptadas o inestables que presenta la persona ( 3 columnas
primeras del modelo) y lograr que se translade al circuito de afrontamiento
(cuarta columna del modelo integrado). La frase llave sirve de puente entre
ambos circuitos, ayudando a la persona a detener los pensamientos negativos,
tomar distancia y posicionarse en condiciones de analizar el conflicto o
frustración.
Una vez conseguido el cambio de actitud hacia la búsqueda de
soluciones, el sujeto puede ayudarse a encontrar alternativas siguiendo las
flechas del modelo integrado, donde la siguiente estrategia encontrada sería
“enfriamiento emocional”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario