miércoles, 13 de mayo de 2015

Autocontrol emocional y visión de afrontamiento con la frase llave

FRASE LLAVE

La frase llave es una técnica utilizada en personas con inestabilidad emocional, pero puede ser utilizada como un recurso para cualquier persona que en momentos de excesivo estrés y malestar pierdan el control y necesiten cortar con el circuito negativo y pasar a la acción positiva y de afrontamiento.

La frase clave fue propuesta por Gendlin en 1969. Su autor la definió como una autoverbalización que ha de ser lo suficientemente significativa para la persona como para hacerle cambiar de actitud y ayudarle al afrontamiento. Además consideró que fuese muy importante que fuese el propio usuario quien la elaborase, para que así sea lo suficientemente personal y motivante como para que le ayude a abandonar cuanto antes los pensamientos que le llevarían a conductas inadaptadas y sustituirlos por otros que le orienten hacia el afrontamiento.

En el modelo integrado de la terapia icónica se le denomina “frase llave”, y se usa para cambiar la respuesta inicial ante la frustración (autolamentación y/o culpabilización a otros y /o escape) hacía una actitud de afrontamiento que permita al sujeto analizar la situación y buscar alternativas.
Concretamente, esta frase debe actuar como una autoinstrucción que le facilite posicionarse ante la frustración, con la intención de afrontarla adecuadamente y “no dejarse llevar” por la carga emocional del momento (un ejemplo de este tipo de instrucción puede ser: “Tranquilo. ¿Qué puedo hacer?).

Como puede verse en la segunda parte de esta frase llave, la persona focaliza su atención hacia el afrontamiento en lugar de hacerlo hacia su malestar o frustración.

La frase debe albergar un espíritu de lucha, no solo de resultados. Ejemplo: “Yo puedo” sería una mala frase llave porque podría ser poco realista cuando las circunstancias impidan el resultado esperado. Por el contrario “¿Qué puedo hacer?” sería una buena frase llave porque focalizaría la atención hacía estrategias y distintas alternativas de solución. Además esta frase debe ser aplicable a cualquier situación de frustración y cada persona no debe seleccionar más de una, ya que en los momentos de carga emocional no se encontrará en condiciones de elegir la frase más adecuada, y ante este intento de elección podría ser más fácilmente arrastrado por el impulso emocional.

La frase llave es una forma de romper el circuito cerrado de conductas inadaptadas o inestables que presenta la persona ( 3 columnas primeras del modelo) y lograr que se translade al circuito de afrontamiento (cuarta columna del modelo integrado). La frase llave sirve de puente entre ambos circuitos, ayudando a la persona a detener los pensamientos negativos, tomar distancia y posicionarse en condiciones de analizar el conflicto o frustración.


Una vez conseguido el cambio de actitud hacia la búsqueda de soluciones, el sujeto puede ayudarse a encontrar alternativas siguiendo las flechas del modelo integrado, donde la siguiente estrategia encontrada sería “enfriamiento emocional”.


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