1. ¿Cuándo se puede considerar que una persona
es "alcohólica"?
Decimos que una persona tiene "problemas con el
alcohol" cuando continúa bebiendo a pesar de que el consumo de
alcohol está interfiriendo de forma negativa en su vida, ya sea en su salud, en
su equilibrio psicológico, en su trabajo, en su vida familiar, en su imagen
social, etc.
2. ¿Es el alcoholismo una enfermedad?
La dependencia del alcohol es, desde luego, un problema
serio que afecta a la salud de la persona que la padece en el sentido más amplio
de la palabra.
Más aún, es un problema que afecta a uno de los elementos
esenciales del ser humano: la libertad.
La persona que desarrolla la dependencia del alcohol va
perdiendo su capacidad de decidir si bebe o no bebe en determinadas situaciones
, va perdiendo poco a poco el autocontrol de su propia conducta, en definitiva:
va perdiendo su libertad.
Podemos por tanto considerarlo una enfermedad, porque afecta
al equilibrio personal de quién la padece y de los que le rodean, y porque es
necesario un tratamiento adecuado para recuperarse de la misma.
En cambio no es una enfermedad corriente que se
pueda "curar" tomando ciertos medicamentos, mediante una
operación quirúrgica o mediante algún otro procedimiento médico habitual.
Normalmente una persona comienza a beber y continua haciéndolo
por motivos muy diversos, problemas de relación, laborales, insatisfacción vital,
falta de estructura en su vida que le “ayuda” a sobrellevar estas situaciones o
a atenuar su impacto emocional negativo, evadiéndose o trivializándolas.
3. ¿Nacen las personas predispuestas hacia el
alcoholismo?
Hay datos para pensar que no todas las personas reaccionan
ante el consumo de alcohol de la misma forma. Sin embargo, esto no quiere decir
que la dependencia del alcohol está determinada por la genética.
Al igual que cuando varias personas toman el sol su piel
reacciona de modo diferente, llevando a algunas a un agradable color dorado y a
otras a quemarse en el mismo tiempo, existen diferencias individuales que hacen
a algunas personas más sensibles al alcohol (predisposición), y por tanto más
fácil que desarrollen dependencia.
De todos modos, cualquier persona que beba en exceso puede
convertirse en adicta al alcohol en más o menos tiempo.
4. ¿Qué es beber "moderadamente"?
Consideremos una "unidad" de consumo de
alcohol a la cantidad contenida en un vaso de vino, en una cerveza, en una copa
de cava, vino dulce o jerez, (aproximadamente doce gramos de alcohol puro).
Las copas de licor: anís, whisky, cognac, ginebra, etc. o
los combinados de estas bebidas equivalen a dos "unidades".
Diversos estudios científicos establecen como límites
máximos de consumo de alcohol los siguientes:
SEXO
|
LÍMITE
DIARIO
|
LÍMITE
SEMANAL
|
HOMBRE
|
4
|
20
|
MUJER
|
3
|
15
|
Estos datos se refieren siempre a personas sanas que no
hayan tenido previamente problemas con el alcohol y no representan una
seguridad absoluta de que no se vaya a tener problemas de salud o desarrollo de
la dependencia alcohólica.
Cada vez que una persona supera estos límites está
sometiendo a su organismo a un efecto negativo que altera su funcionamiento, y
que puede conducirle al desarrollo de la dependencia del alcohol, o de otros
problemas de salud derivados del efecto tóxico del alcohol en el cuerpo humano.
5. ¿Se puede curar la dependencia del alcohol?
Sí y No.
Si entendemos la "curación" como la
vuelta a una situación como la que tenía la persona antes de haber bebido su
primer trago de alcohol la respuesta es negativa. Una vez que se ha
abusado del alcohol y se ha desarrollado la dependencia física siempre habrá
unas alteraciones fisiológicas y conductuales que permanecerán más o menos
latentes en el individuo.
Sin embargo, con una terapia adecuada , las
personas pueden aprender a vivir sin alcohol de una forma totalmente
saludable y equilibrada. Es decir la dependencia se puede superar y la persona
puede recuperar su libertad.
Al tratarse principalmente de una conducta que ha pasado de
ser un hábito a ser una dependencia es necesario un tratamiento psicológico que
restituya a la persona su capacidad de autocontrol ante las situaciones, ya
sean de presión social, de alteración emocional, o de otro tipo, en las que
anteriormente bebía.
Sí la persona no ha llegado a desarrollar una dependencia
física, solo un hábito psicológico puede ser que con un tratamiento adecuado,
cambiando estilo de vida, resolución de
conflictos, gestión emocional , mejora de autoestima, etc., se puede revertir
la situación.
6. ¿Es necesario beber todos los días para ser
un alcohólico?
No.
Muchas personas desarrollan una forma de dependencia que se
manifiesta de forma intermitente.
Algunas veces el sujeto es capaz de no beber nada, tal vez
durante días o semanas, o incluso de beber moderadamente. Pero esto no evita
que en ocasiones beba de una forma descontrolada y que ello le traiga
consecuencias negativas de toda índole.
7. ¿Qué síntomas pueden indicar que una
persona abusa del alcohol?
Le mostramos a continuación algunos de los principales y más
comunes síntomas que presentan las personas que tienen problemas con el
alcohol.
La presencia de cualquiera de ellos hace recomendable la
consulta del caso particular con un profesional especializado.
Síntomas físicos
·
Beber grandes cantidades sin embriagarse
·
Náuseas o vómitos al levantarse
·
Pérdida de apetito
·
Lagunas de memoria (olvidar detalles de lo
que se ha hecho o dicho)
·
Ligero temblor en las manos que se alivia al
beber alcohol
·
Valores elevados en la enzima Gamma GT o en el
Volumen Corpuscular Medio en un análisis de sangre.
Síntomas psicológicos
·
Sentimientos de culpabilidad, sobre todo a la
mañana siguiente.
·
Justificaciones del tipo de "yo lo
dejo cuando quiera", "todo el mundo bebe", etc.
·
Sentirse molesto cuando alguien le sugiere que
no beba tanto
·
Intentos y promesas de no beber, o de beber
menos.
ALCOHOLISMO ES…
El alcoholismo, también conocido como "síndrome
de dependencia al alcohol," es una enfermedad que se caracteriza por los
siguientes elementos:
·
Deseo insaciable: el deseo o necesidad
fuerte y compulsiva de beber alcohol.
·
Pérdida de control: la inhabilidad frecuente
de parar de beber alcohol una vez la persona ha comenzado.
·
Dependencia física: la ocurrencia de
síntomas después de abstinencia tales como vómitos, sudor, temblores, y
ansiedad cuando se deja de beber después de un período de consumo de alcohol en
grandes cantidades. Estos síntomas son usualmente aliviados cuando se vuelve a
beber alcohol o se toma alguna otra droga sedante.
·
Tolerancia: la necesidad de aumentar la
cantidad de alcohol ingerida para sentirse drogado o intoxicado
("high").
El alcoholismo es un problema que tiene poco que ver con el
tipo de alcohol que se consume, cuánto tiempo se ha estado bebiendo, o la
cantidad exacta de alcohol que se consume. Sin embargo, el alcoholismo tiene
mucho que ver con la necesidad incontrolable de beber de la persona. Esta
definición de alcoholismo nos ayuda a entender porque para la mayoría de los
alcohólicos un "poco de fuerza de voluntad" no es suficiente para
dejar de beber. El alcohólico o la alcohólica se encuentran frecuentemente bajo
el control de un deseo poderoso o necesidad de ingerir alcohol, una necesidad
que puede sentirse tan fuerte como la necesidad de agua o comida. A pesar de
que algunas personas se pueden recuperar sin ayuda, la mayoría de las personas
alcohólicas necesitan ayuda externa para recuperarse de esta enfermedad. Con
ayuda, apoyo y tratamiento, muchas personas son capaces de dejar de beber y de
rehacer sus vidas.