jueves, 18 de febrero de 2016

La resiliencia: ese ser grande y fuerte que hay en ti



Ante la situación actual que vivimos, donde impera la crisis y el caos con problemas económicos,  problemas laborales, acoso, violencia, maltrato, abusos, adicciones, rupturas sentimentales, muertes y sufrimiento, existen muchas personas capaces de luchar, crecer y salir adelante.

¿Qué permite a las personas sobrevivir y anteponerse a situaciones difíciles y traumáticas? ¿Cómo se enfrentan a estas situaciones? ¿Pueden  salir  crecidos y fortalecidos de ellas?


El ser humano es tremendamente resistente, es capaz de adaptarse a las situaciones más dolorosas y extremas que existen, aprender de ellas y salir reforzado. Esto es lo que llamamos en psicología Resiliencia.

La resiliencia es la capacidad que tienen las personas de anteponerse a la adversidades de la mejor forma posible, aprendiendo y creciendo con ella, aceptando el sufrimiento y malestar que le producen pero sin inmovilizarse y bloquearse, sino asumiendo su responsabilidad y lucha por salir adelante.

Cuando hablamos de personas resilientes no nos referimos a que estas personas no sientan el malestar, la angustia, el dolor o la tristeza y vean todo su mundo en color de rosa. Nos estamos refiriendo a personas que a pesar de experimentar todo esto, son capaces de aceptar la realidad, asumir su responsabilidad, ver sus opciones y tomar iniciativa,  para así hacer frente a la situación.

La resiliencia no es innata en la persona,  aunque puede haber cierta predisposición genética,  es una capacidad que desarrollamos a lo largo de nuestra vida y que puede ser entrenada y mejorada con cambios cognitivos, conductuales y emocionales.

Las personas resilientes presentan una serie de características:

1.   Poseen un gran autoconcimiento. Conocen sus fortalezas y debilidades.
2.   Confían en sí mismos y en sus recursos de afrontamiento.
3.   Tienen alta inteligencia emocional. Capacidad para gestionar sus emociones.
4.   Ven las dificultades como oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
5.   Son flexibles mentalmente. Tiene múltiples opciones para superar la situación, modificando sus planes y adaptándolos a la realidad.
6.   Consideran de vital importancia la ayuda y el apoyo social, por lo que buscan el reconfortamiento de sus allegados en momentos difíciles.


¿Cómo fomentar la resiliencia?

1.   Aceptar que la realidad es la que es y que hay cosas que no se pueden modificar. Buscar opciones y soluciones a las cosas que si puedo cambiar.
2.   Fomentar las relaciones sociales y familiares, es el mejor punto de apoyo que puedes tener.
3.   Plantearte metas objetivas y pequeños pasos para conseguirlas.
4.   Confía en tus posibilidades. Acuérdate de momentos difíciles anteriores y como los superaste.
5.   Pensamientos constructivos, que fomenten la creatividad y la motivación ante la adversidad.
6.   Quiérete y cuídate.

Todas las personas pasamos por situaciones dolorosas en la vida, y depende de uno mismo su solución: tomar el camino de la pasividad, victimismo y autodestrucción o  el camino de la resiliencia y el crecimiento.

¿Y tú, cuándo la dificultad llama a tu puerta, qué camino eliges?